miércoles, 23 de marzo de 2011

El agua no puede ser un bien privado

Por Melanie Vargas


¡Qué vergüenza me da ser costarrincense cuando los políticos de este país me quieren robar un bien público y que la constitución política me garantiza!…pero esto ya se veía venir, con el cierre técnico del Tribunal Ambiental Administrativo.sólo les falta quitarse una piedrita más en el zapato, la Dirección de Investigación y Gestión Hídrica (DIGH) del SENARA.

Bonita celebración del Día Mundial del Agua...y en Costa Rica les importa poco tan importante fecha y más bien, buscan la manera de eliminar todas las entidades que se encargan de vigilar el buen uso del recurso hídrico, del cual este privilegiado país todavía no tiene carencia -por lo menos eso creemos.

Y es que con justa razón, la Asociación Sindical de Empleados del SENARA, están luchando porque el cierre de la DIGH no se lleve a cabo. Y es que los hermanos Arias aparencen en escena cuando durante los últimos tres meses de su administración, emitieron tres decretos con el fin de eliminar los estudios técnicos del SENARA vinculantes al recurso hídrico....ahhhh que causalidad.

Queda claro que estos decretos son portillos por los cuales el agua se va a escurrir y los menos beneficiados -obviamente- somos los costarricenses, que pagamos impuestos y el servicio de agua potable a AyA, y las "vacas sagradas" de este país se les rebalse las cuentas bancarias en los paraísos fiscales con sus negocios a través de este preciado líquido, que nos da vida.

El agua no es un bien privado y el estado tiene la obligación, a través de la Constitución Política de garantizárcela, a cada costarrincense dentro de los 51.500 kilómetros cuadrados del territorio nacional.

¿Será que nuestros políticos quieren ver a los que los llevaron al poder morir de sed o de alguna enfermedad por el mal tratamiento de las aguas? Probablemente...mientras ellos se toman su whisky con "Perrier"el proletariado de este país tendrá que ingeniárselas para obtenerla. La situación está tan clara como el agua que defendemos los ambientalistas.



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